domingo, 27 de noviembre de 2011

Comunidad del Colectivo de Egresados Socialistas ante la situación general de la UCV y la expulsión del compañero Kevin Avila

Otra vez la godarria academicista…

Significativos esfuerzos ha realizado la Revolución Bolivariana por brindar educación masiva y de calidad a todos los venezolanos. Esto ha sido entendido por el colectivo nacional que ha participado de manera entusiasta en las distintas misiones educativas pero además ha abarrotado las aulas de escuelas y liceos bolivarianos, universidades creadas en tiempos de revolución y otros espacios para el intercambio de saberes. Muestra de ello son los indicadores del marcado aumento en la matricula escolar además de la declaración de la República Bolivariana de Venezuela como territorio libre de analfabetismo por parte de la Unesco.

Estos hechos son solo desconocidos por la derecha política venezolana y su representación academicista, que para suerte de los venezolanos siguen y seguirán siendo minoría, no obstante han dedicado sus esfuerzos en intentar infructuosamente demoler y desprestigiar las acciones revolucionarias de gobierno ante su imposibilidad de mostrar resultados concretos en los pocos espacios de dirección política y administrativa que desafortunadamente aún regentan en el país.

Nuestra máxima casa de estudios, la Universidad Central de Venezuela, como lo hemos advertido y manifestado en múltiples oportunidades hoy se encuentra secuestrada y subsumida en los más terribles antivalores por parte de godarria academicista, quienes desde un organismo antidemocrático, coercitivo y represor nuevamente atropellan a las valientes voces que claman por la construcción de una nueva universidad que vuelva como en el pasado a compartir con el pueblo venezolano sus mas nobles intereses rumbo a la patria buena.

En un ejercicio de democracia participativa el Presidente Chávez luego de escuchar los argumentos de diversos sectores –incluida la godarria academicista- decidió no promulgar la Ley de Educación Universitaria, sin embargo, la respuesta de las “autoridades universitarias” –si así se les puede llamar- es continuar torpedeando las políticas de inclusión educativa que se desarrollan en los actuales momentos. También atacan a los estudiantes del Programa de Formación en Medicina Integral Comunitaria, vilipendiando a un grupo de jóvenes

Basta recordar solo la verborrea estupida y colérica que desató la godarria contra los estudiantes del Programa de Formación en Medicina Integral Comunitaria vilipendiando a un grupo de jóvenes venezolanos que se esfuerzan día a día en formarse para atender a la población de los sectores mas humildes de nuestro país, eso en su “sesudo” cerebro no les cabe, atención medica gratuita para los pobres es algo que no entienden y menos entienden que un pobre estudie medicina.

Pero la godarria academicista no es el humo del café –que todo el mundo lo ve pero nadie lo agarra como dice una canción de protesta de los años 90-, tiene voceros, tiene nombre y apellido, tiene rostro. Hoy día se encuentra representada por la ciudadana Cecilia Garcia Arocha, los señores Nicolás Bianco y Amalio Belmonte -entre otros- quienes como decimos anteriormente no son el humo del café, en algún momento deben asumir su responsabilidad y rendir cuentas al pueblo venezolano por el daño y la actitud de atropello con que han venido manejando los destinos de quienes conforman la comunidad de la Universidad Central de Venezuela.

Su última acción, digna de vergüenza, es la irrita, abusiva, intimidatoria y grosera expulsión del dirigente estudiantil Kevin Ávila solo por hacer respetar sus derechos y los del colectivo ucevista. La godarria en su cenáculo, cual consejo de defensa de la OTAN, pretende sin moral ninguna calificar a buenos y malos. Busca callar la voz de protesta de estudiantes como Kevin solo porque exigen más y mejores servicios en una universidad donde aumenta el presupuesto año tras año y no su matricula, una universidad que bajo el secuestro de la godarria solo ha mermado cada día su capacidad de investigación y extensión, una universidad con pensum de estudios cada día mas anquilosados y podemos realizar acá una lista interminable de irregularidades por las que deberían ser interpelados y sancionados por los organismos competentes.

Pero el primero en juzgar ha sido el pueblo venezolano, el verdadero propietario de la universidad, que ha rechazado contundentemente el ridículo complot de un grupúsculo que sin argumentos ha intentado menguar el espíritu de lucha de un grupo de muchachas y muchachos aplicando esta rastrera sanción al compañero Kevin.

Debemos alertar a las venezolanas y venezolanos que esta acción no es aislada, es una primera escalada en función de convertir en trinchera de los oscuros intereses oposicionistas a la universidad venezolana y en especial a nuestra secuestrada UCV –como ya lo han hecho en otros momentos y han salido derrotados- máxime tomando en cuenta la coyuntura estelar de octubre de 2012, en la que nuestro Presidente Chávez nuevamente saldrá airoso cosa que quieren evitar a toda costa para tratar de interrumpir el transito hacia una sociedad mas justa que no es otra que la sociedad socialista. Tienen un solo destino: el fracaso.

De más esta decir que Kevin Ávila cuenta con el apoyo irrestricto de este grupo de profesionales venezolanos egresados de la Universidad Central de Venezuela que además compartimos su visión de país, de universidad, sueños y anhelos.

A la derecha venezolana y a sus pseudoacadémicos solo nos queda decirle que así no es, que están errando el camino y que se les está terminando el tiempo para rectificar.





Colectivo de Egresados Socialistas- UCV
Caracas, 24 de noviembre de 2011